Dos desconocidos que se aman.

Se ven por la calle o coinciden en el pud de moda, no se dicen nada, tan solo se saludan. Ella sonríe y aparta la mirada. Él la busca, hasta que sus ojos coinciden y entonces, le guiña.
Apenas pueden intercambiar palabras en público, es su secreto y nadie lo sabe.

Cuando están a solas se aman, no se separan. Un beso por segundo.
No tienen respiración solo amor.
Él recorre a caricias su cuerpo mientras ella besa sensualmente su cuello, sabe que lo vuelve loco, para luego derrochar pasión entre sonrisas, sudores y besos.
Ella le pide todo y él se lo promete. Tienen una promesa y no pueden olvidarla. "SIEMPRE" ese es el sello y firma del acuerdo pues él le a confesado que jamás se le acabarán lasganas de ella "TENGO GANAS DE TI" su frase, de ellos, de nadie más.
¿Un sitio? Ese viejo lugar que se ha hecho cómplice y testigo del amor. Esas paredes entiende todo lo que nadie puede, que se aman sin remedio, que están destinados y que es amor verdadero y pasional.
Esa vieja escalera, sin forma alguna, cuantos momentos vividos ahí...Entre polvo y desconchones de pared ella lo aceptó, y confesó que no podía vivir sin él y que haría todo lo posible para estar a su lado, incluso rechazar el amor de su vida.
Entonces él la besa y le promete que NUNCA se separarán, siempre juntos.

De nuevo vuelven a comportarse como dos extraños que apenas saben uno del otro. No dicen nada pero sus miradas gritan todo lo que piensan: TE QUIERO.

ARN

''Me van las cosas pequeñas, sin sentido tal vez; los sueños que quedan siempre a medias y las veces que prometí portarme bien(já). Soy fan de todo lo que no puedo conseguir, nunca fue ''todo lo que quiero y me gusta está hecho para mi''. Pienso que aun que las mejores fragancias vienen en frascos pequeños, el veneno...¡también! Nunca creo que todo fuera del todo bien; siempre hubo algún tema que quise recalcar y...amor.''

Mudanza de sentimientos.

Como nadie puede comprenderme aún sintiendo lo mismo; o tal vez no. ¿Qué más puedo hacer? Si ya de todo me he librado y aún sigue el peso entre mis manos; tal vez ahora se convirtió en una afición sin ser afición, manía pura y dura. Ahora me gustaría ser una mentira a ser lo que soy; no tengo remedio, el mundo no tiene remedio. Dime, ¿cuándo fue el momento exacto en el que se desato el miedo?

Esto es así.

No sé si duele más la caída o el aterrizaje; pero lo que sí sé es que no quiero acabar en manos de cualquier idiota que me aferre a él y acto seguido destino en soledad: desde luego quiero caer, quedar como una idiota y levantarme con la cabeza bien alta. Pero todo no empieza en el momento que caes, si no en el que sientes que algo va mal y entonces es cuando procuras no caer pero siempre acabas despistándote y tropezando con una estúpida piedra que te deja tirada en medio de un montón de gente. Gente perdida, que entre esa gente, estoy perdida yo también. Y entonces es cuándo dices: ¿Escapo? ¿Me levanto? ¿Debo callar? ¿Desaparecer? Sí, en ese momento sería más lógico desaparecer por un instante hasta que otra piedrecita te vuelva a enamorar.